Más de 2 mil militantes socialistas y referentes de la coalición Unidos para Cambiar Santa Fe se reunieron este sábado en la Sede del Club Atlético Provincial de Rosario para un almuerzo que trascendió lo protocolario de una campaña electoral. Una demostración de fuerza territorial y de redefinición de roles en la política de Rosario. Un claro mensaje político.
Uno de los protagonistas centrales de la tarde fue Federico Lifschitz, en un escenario donde confluyeron la vicegobernadora de Santa Fe, Gisela Scaglia, el intendente Pablo Javkin, la presidenta de la Cámara de Diputados Clara García y figuras históricas del partido socialista como Antonio Bonfatti.
Toda una novedad para un Lifschitz que hace tiempo viene pidiendo por un partido renovado, con ideas de futuro. Una referencia ineludible del partido para los desafíos de Rosario en la nueva etapa de gobierno de Unidos.
Con la responsabilidad de honrar la memoria de Hermes Binner y su padre, Miguel Lifschitz, el dirigente se centró en la ambición de gestión. "El socialismo, con su experiencia de gobierno, es una garantía de esa gobernabilidad, porque hemos demostrado que sabemos gobernar con eficacia, cercanía y transparencia", dijo el concejal poniendo el peso histórico del PS sobre el escenario. Su discurso no fue un reclamo, sino la certificación de un activo central sin el cual, el proyecto Unidos en Rosario, sabe que no puede caminar.
"Volvamos a marchar juntos, en unidad. Volvamos a faltarle el respeto a aquello que se puede hacer mejor. Volvamos a creer y confiar en que es posible estar mejor. Tenemos que hacerlo por los sueños que Hermes y Miguel tuvieron para esta ciudad. Demostrémosle a todos que juntos podemos hacer grande a Rosario, una vez más", tiró Lifschitz al iniciar su discurso.
El concejal cerró su intervención diciendo: "Nosotros estamos listos. Con nuestro compromiso inquebrantable, seguiremos apostando con más fuerza al Frente Unidos. Nuestro único objetivo es garantizar la gobernabilidad y un futuro mejor. Tenemos un gobernador como Maximiliano Pullaro que apostó fuerte por Rosario, con obras, defendiendo la salud pública y dando continuidad al Plan Abre y el Nueva Oportunidad, banderas históricas de nuestro partido. Este almuerzo de unidad no es un acto más, es la confirmación de que cuando Rosario y Santa Fe nos necesitan, podemos dejar nuestras diferencias a un costado para enfocarnos en lo realmente importante. Fortalecer un proyecto político que está transformando la ciudad y la provincia”.
El acto ratificó la integración total de todos los sectores del partido. La presencia del ex gobernador Antonio Bonfatti, el actual Secretario del PS Santa Fe y diputado Joaquín Blanco, los Ministros Enrique Estévez y Susana Rueda, junto a otros diputados provinciales y concejales. Todos sellaron la imagen de un Socialismo unificado.
“Quiero agradecer el apoyo del PS a mi candidatura desde el primer día. Todos entendidos que lo importante era la unidad, más allá de quien encabece la lista. Nos unen las ideas y el deseo de que a Santa Fe le vaya bien. Nos unen las ideas y el diálogo por encima de cualquier ideología”, dijo en el acto Gisela Scaglia, primera candidata a diputada nacional por Santa Fe de Provincias Unidas.
La elección del Club Atlético Provincial no fue un detalle menor. Este salón ha sido el escenario de grandes actos y lanzamientos del Socialismo, desde Hermes Binner hasta Mónica Fein. Al convocar nuevamente a la militancia en este espacio emblemático, el sector que encabeza Lifschitz no solo demostró su músculo político actual, sino que se inscribió directamente en la línea de la tradición de gestión del Frente Progresista. Fue un ejercicio de memoria activa que vinculó el legado con el futuro.
De este modo, con la cúpula partidaria y gran parte del gobierno provincial presentes, el Socialismo dejó en claro que no se conforma con ser un socio de apoyo, sino que exige ser un actor principal en la construcción de la gobernabilidad de Rosario.
El mensaje no fue solo para los militantes, sino una hoja de ruta para el Frente Unidos: la capacidad de gestión y la experiencia territorial del Socialismo están listas para liderar los próximos desafíos de la ciudad. Con sus cuadros técnicos, la experiencia de sus líderes, el arraigo de su militancia y la ambición de su nueva generación, el partido dejó de lado cualquier debate interno para presentarse como una fuerza compacta, indispensable y lista para garantizar la estabilidad y la visión de largo plazo que la ciudad necesita en el complejo escenario nacional.