El desarrollo inmobiliario conocido como Torre Shopping en Rosario sigue generando nuevos escándalos. No solo violó la normativa municipal, casi llevando al doble la altura permitida en bulevar Rondeau al 100. También estafó a quienes compraron un departamento en pozo y, ante la imposibilidad de escriturar, les ofrecen ser parte de un fideicomiso para tener la porción de una habitación de hotel.
La historia arranca en 2013, cuando la concejala Fernanda Gigliani explicó que había 36 metros permitidos sobre la línea de edificación, pero el desarrollo llegaría al piso 18.
Los damnificados lograron un fallo a favor que condenada a entregar la posesión y escriturar en el plazo de 60 días y abonar en el mismo plazo una indemnización por parte de Tierra de Sueños. El dictámen fue apelado por la firma desarrolladora. Pero la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Rosario también resolvió a su favor. Los jueces Gerardo Muñoz, Oscar Puccinelli y María de los Angeles Lotti firmaron el rechazo de los recursos de apelación y de nulidad interpuestos por la demandada, confirmando así la sentencia recurrida.
A pesar de la orden judicial, desde Tierra de Sueños SRL nunca avanzaron en la escrituración.
Ahora se supo que Tierra de Sueños transfirió a un tercero el edificio sobre el cual se resolvió la obligación de escriturar.
El negocio pasó de unidades individuales para vivienda a ser un fideicomiso para la explotación de un hotel, donde los compradores no tienen más la posibilidad de escriturar, porque no es apto para viviendas particulares conforme el código urbano.
En diálogo con Marcos Vizcarra en Cristal FM, Elio Garro (uno de los que denuncia a Tierra de Sueños por estafa), sostuvo que “en 2010 compró un dúplex en el décimo piso de Torre Shopping que nunca pudo escriturar” y agregó: “Ahora nos ofrecen ser parte de un negocio hotelero”.
Garro dijo no entender cómo “esta gente no acata los fallos de la justicia” y aportó: “El titular de Tierra de Sueños, el pastor evangélico Alberto Di Carlo, le pasó todas las unidades del edificio a su cuñado para inscribir un fideicomiso hotelero y trabó la escrituración de la unidades”.
Garro explicó que el viernes pasado el municipio decidió no habilitar el inmueble hasta que se resuelva la situación de los inversores.
El pastor evangelísta, con su empresa Tierra de Sueños, también dejó sin escritura a muchos de quienes confiaron en los distintos desarrollo que ofreció durante los últimos años en distintas ciudades del Gran Rosario, Funes y Arroyo Seco, entre otras.
