Hacia los años 1880 con la federalización de la ciudad de Buenos Aires, luego de una serie de conflictos armados, se consolidó la organización del Estado Nacional. Desde un punto de vista político se conformó un sistema oligárquico en el que el fraude electoral estuvo a la orden del día y se anuló la posibilidad de una competencia plural en el sentido que se entiende hoy nuestro régimen electoral.
El partido oficial de gobierno era una agrupación de notables que monopolizaban el dominio político y es conocido en nuestra historia como Partido Autonomista Nacional (PAN). Su correlación económica era la reproducción de la oligarquía a partir del esquema agro-exportador. Dentro de ese propio régimen empiezan a germinar las contradicciones y a surgir partidos políticos que estuvieron atravesados por la “cuestiones sociales”. Las consecuencias socio-económicas y políticas del impulso a la inmigración, las expectativas y las frustraciones producto de las efectivas condiciones de vida, muchas veces penosas. Ideologías importadas desde el extranjero como el anarquismo y el socialismo empiezan a impregnar en las clases trabajadoras y van a dar vida al nacimiento de modernos partidos políticos, con sus respectivos programas de gobierno.
En el año 1890 se produce la “revolución del Parque”. Sectores de la elite porteña desplazados por el PAN buscan abrir el juego político. Se formó la UNIÓN CÍVICA con Leandro Alem y Bartolomé Mitre como líderes, pero luego del acuerdo electoral de Mitre con Roca se termina la experiencia. Alem y sus seguidores, disgustados y proclives a forzar un rompimiento del sistema oligárquico, fundan en 1891. Nace la UNIÓN CÍVICA RADICAL.
La inmigración impulsada por el Estado argentino con el objetivo de sumar fuerza de trabajo para la naciente economía agroexportadora, tuvo como consecuencia, tal vez inesperada, la propagación de ideologías que cuestionaban e incluso iban en contra del orden económico y social vigente. Fueron los inmigrantes quienes trajeron consigo las ideas socialistas y anarquistas que proliferaban en Europa y que habían inspirado ya una serie de revueltas en distintos países europeos, poniendo en alerta a los gobernantes.
En materia política, el socialismo tuvo un desarrollo importante ya que dentro de sus objetivos estaba participar de la disputa electoral presentando candidaturas propias. En 1896, se fundó el Partido Socialista que iba a ser liderado por Juan B. Justo. Por el contrario, el anarquismo presentaba una postura más revolucionaria: privilegiaba la acción directa a través de huelgas y de un enfrentamiento abierto con todo aquello que representara la autoridad. Su misión era cambiar el orden vigente a través de métodos violentos ya que no creían en la eficacia de participar en las contiendas electorales, razón por la cual no fundaron un partido político.
QUÉ PASABA EN ROSARIO
La ciudad, que en verdad nació como una villa, la del Pago de los Arroyos, empieza a organizarse políticamente con un perfil histórico que es la de buscar caminos y perfiles distintos a los de Buenos Aires.
Es así que en Rosario los partidos tuvieron su propia historia.
La UCR, desde sus orígenes, tuvo una impronta revolucionaria: así se fundó en 1890 y en adelante, hasta la sanción de la ley Sáenz Peña en 1912, apelará a la revolución y las armas como método de lucha: 1893 y 1905 son otras fechas características de esta primera etapa revolucionaria del partido. Ante la proximidad de las elecciones presidenciales nacionales de 1904, la UCR se reorganizó a nivel nacional y Rosario jugó su papel dentro del nuevo armado.
En el contexto del orden oligárquico, había otras formas de intervenir políticamente y forzar una apertura del sistema. Un espacio propicio para la difusión de las ideas y las actividades del partido era la prensa partidaria. Un diario rosarino de estas características era el Municipio, que había sido fundado por Deolindo Muñoz en 1887 y luego de la constitución del partido se iría transformando en un órgano radical. Funcionó hasta la muerte de Muñoz en 1911. Se predicaba la solidaridad entre las clases trabajadoras, aunque se distinguía a los auténticos obreros de los “agitadores” anarquistas.
Desde allí, además, se llamaba a la abstención electoral mientras persistiera el sistema fraudulento y a la lucha armada.
Otro dirigente importante del radicalismo rosarino fue Ricardo Caballero, El 4 de febrero de 1905 estalló en distintas ciudades del país un levantamiento armado de la UCR que reconocía el liderazgo nacional de Hipólito Yrigoyen.
En Rosario la organización estuvo a cargo de Caballero y se formaron distintas columnas que debían tomar los principales edificios de gobierno, pero fracasó rápidamente.
En Rosario el radicalismo tuvo un componente más popular que en otros espacios, con gran participación del movimiento e intentos por tender puentes con trabajadores de otros espacios, como los socialistas, aunque fue más claramente difícil con el anarquismo dada sus propias ideas en torno al Estado, los partidos, la organización, etc.
Cuando en 1912 se sanciona la Ley Sáenz Peña el radicalismo santafesino levanta la abstención electoral y decide competir. Hasta el golpe de Estado de 1930 será este partido el protagonista de la política local, conservando el gobierno en todo el período 1912-1930. En la provincia no hubo gran competencia con partidos conservadores como en otras provincias y el Partido Demócrata Progresista liderado por Lisandro De La Torre, natural competidor, no alcanzó a tener una importante proyección territorial en la provincia y fue un actor más del sur provincial, sobre todo Rosario.
Las competencias serán más internas ya que la UCR tiene y tendrá en adelante un largo historial de subdivisiones en su interior.
ANARQUISMO
A inicios del siglo XX la presencia del anarquismo en Rosario era más fuerte que incluso el socialismo. Antes de la huelga nacional de 1902 el anarquismo había participado en huelgas locales como las de 1896 y la de 1901, donde un conflicto en la Refinería de Azúcar desembocó en la muerte del obrero Budeslavich.
Desde 1888 se registra la presencia del anarquismo en Rosario y en el acto del 1 de mayo de 1890 hizo su manifestación pública Tuvo dos líneas internas, en un proceso similar al de Buenos Aires y otros puntos del país. Los "organizadores" y los "individualistas".
En el ciclo de huelgas locales entre 1901 y 1907 se registra su importante presencia. Tuvo gran influencia en la Federación Obrera Rosarina, fundada en 1902.
Fuente: Trabajadores y política en Rosario. Anarquismo y radicalismo (1900-1916). Ricardo Falcón y Alejandra Monserrat, 2005
SOCIALISMO
El primer centro socialista en Rosario apareció en 1897. Con la reforma electoral de 1912 el PS empezó a participar, pero el impacto electoral fue muy bajo. Sus candidatos eran trabajadores manuales y profesionales liberales.
El primer concejal socialista electo fue Amílcar Razori, en 1920 Fuente: Alex Ratto, "Dirigentes nacionales para cargos provinciales. Causas endógenas del crecimiento marginal del Partido socialista en Rosario entre 1912 y 1920" Ley Saénz Peña.
PARTIDOS
La organización partidaria en nuestro país ya era un hecho: por un lado, el partido autonomista nacional (PAN) funcionaba como un grupo de notables que discutía y definía candidaturas que luego se consagraban en elecciones fraudulentas controladas por el propio partido. Fue esta alianza la que se consolidó como Partido de Poder y caracterizó a lo que se reconoce como Orden Conservador. Fue la lucha de otro partido político, la Unión Cívica Radical, la que impulsó la modificación de ese sistema para poder celebrar elecciones transparentes. Esa presión iba a ser contenida por el presidente Roque Saenz Peña, quien desde el riñón de aquel orden conservador iba a impulsar la reforma del régimen electoral a través de una ley que hoy recordamos con su nombre: Ley Saenz Peña. El voto secreto, obligatorio y universal vino a establecer un importante cambio en la forma de hacer política en la Argentina. Saenz Peña no se esperaba que con dicha reforma los conservadores pudieran llegar a perder el poder con la UCR. Confiaba en el poder y el sistema de alianzas que el PAN había desarrollado desde fines del siglo XIX para perpetuarse en el poder. No pensó que la ley que impulsó iba a terminar con el predominio del orden conservador: consideró que las elecciones transparentes podrían darle un aire al régimen y acallar las críticas al sistema electoral. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario: las elecciones presidenciales de 1916 dieron por triunfador a Hipólito Yrigoyen, candidato de la UCR.
Esto no debe llevarnos a la conclusión de que gracias a la Ley Saenz Peña la UCR accedió al poder. Más allá de la importancia de los cambios en el régimen electoral, la UCR pudo desplazar a los conservadores porque se convirtió en el primer partido político moderno de nuestro país. A diferencia del PAN, no se trataba de un grupo de notables negociando candidaturas: era un partido de masas, con afiliados en todo el país, que se reunían en sus comités para incorporar simpatizantes y realizar actos públicos, que elaboró una plataforma electoral, que sostenía ciertos ideales con los cuales sus seguidores, los “boinas blancas”, se identificaban. Fue en este aspecto la ventaja que la UCR le sacó a los conservadores a la hora de acudir a las urnas en las primeras elecciones presidenciales libres de nuestra historia. Anexo: Entre 1854-1860 estaba la figura del Jefe Político, designado por el P.E. provincial.
En 1860 se aplica la Ley Municipal dictada dos años antes y el Jefe Político es presidente de Municipalidad 1868-1872 el presidente de la Municipalidad pasa a ser un cargo electivo 1873-1883 la figura es Presidente del Concejo Ejecutor y surge la figura del intendente municipal.
Hasta 1890 fue un cargo electivo. La constitución de 1890 estableció que el intendente fuera nombrado por el ejecutivo provincial y fue así hasta el año 1934.