Por Marcos Vizcarra
La doctora Elisa Carrió, “Lilita”, como le gusta llamarla a su entrevistado preferido (Joaquín Morales Solá) en el living de TN se convirtió en una denunciadora serial que derriba todo lo que encuentra a su camino y con un denominador común en todo lo que sale de su boca: ni una sola prueba. Solo declaraciones televisivas a las que jamás les sigue una repregunta.
Resulta clarificador seguir de cerca la carrera de Carrió. Alguien que desde que tengo registro siempre estuvo ligada a algún cargo público. Desde sus comienzos en el Poder Judicial en tiempos de dictadura.
En su historial Carrió carga con romper con la Unión Cívica Radical, más tarde con fracasar en el gobierno de La Alianza, misma historia en el ARI (Afirmación para una República Igualitaria), donde fue muy cercana al actual intendente de Rosario, Pablo Javkin, y al ex diputado nacional por Santa Fe, Carlos Comi. Luego con la Coalición Cívica integrada al Frente Progresista en Santa Fe y más tarde abandonando el Frente Amplio Unen.
Vale preguntarse qué representa Carrió y qué peso tiene hoy la dirigente chaqueña en la opinión pública. Carrió es en verdad quien dice ser. Carrió es la señora de atuendo negro y que cargaba un crucifijo en los tiempos en que presentaba denuncias con sustento durante los negociados de la década menemista. Carrió es quien además de perseguir a Menem y Cavallo denunciaba ante la Justicia a los hermanos Rohm, los mismos que posteriormente saquearon el Banco de Santa Fe. O es la cabeza visible de una Unión Transitoria de Empresas que busca mantener vivo a un partido minúsculo como la Coalición Cívica santafesina.
Carrió es quien decía que Mauricio Macri era un contrabandista y que creaba empresas fantasmas para no pagar impuestos. O Carrió es quien años más tardes y, luego de llamarlo estúpido, cerró un acuerdo político con el PRO de Mauricio Macri.
Carrió pasó por Santa Fe durante esta semana que termina y volvió a cargar contra el ex gobernador Antonio Bonfatti y sumó a su lista de insultos infundados a su ex socio político, el intendente Pablo Javkin. Carrió sigue dilapidando la chance de volver a ser una mujer seria y comprometida para dejar atrás su perfil de denunciadora serial. Una figurita que solo le resulta útil al deseo de rating de las empresas de comunicación audiovisual. Que gozan de la superficialidad.
También creo que es el momento de que quienes defienden a Santa Fe y han hecho de esta provincia un territorio poco fértil para la basura que llega desde Capital Federal, lleven a la fiscal de la patria ante la justicia para que ratifique o rectifique lo que desde hace tiempo insinúa. Siempre es un buen momento para que siga perdiendo credibilidad ante la opinión pública y no siga ganando con la opinión publicada.
La última campaña que Carrió hizo en la provncia de Santa Fe fue para apoyar a Roy López Molina y a José Corral. En tiempos de elecciones de medio término y apoyando al ex intendente de Santa Fe y al ex concejal por Rosario, Carrió repetía las mismas denuncias en medios santafesino. Los candidatos que apoyó Carrio terminaron últimos cómodos en las preferencias del electorado santafesino.